Ante las numerosas críticas por su pesada burocracia, alto presupuesto, parcialidad y falta de resultados, el Secretario General decidió hacer uso pleno de su autoridad para poner en marcha una acción de bajo presupuesto y alto impacto para intentar revertir la maltrecha imagen de la institución.
En palabras del propio Secretario General: «Debemos ser audaces y no tener miedo a cambiar la forma en que se hacían las cosas hasta ahora, y no quedarnos anclados en las fórmulas del pasado que no funcionan». Palabras que causaron una gran expectativa y entusiasmo.
Conforme con el objetivo general con el cual había sido creada la organización en 1945 tras la Segunda Guerra Mundial, el de promover la paz y amistad entre las naciones basadas en el principio de igualdad soberana de todos sus Miembros, es que proponía utilizar la música como arma en la lucha contra las diferencias y enemistades. Para esto proponía grabar una canción que pudiera ser reproducida en cualquier foco de conflicto, y de esta forma ayudar a promover la paz y la amistad en el mundo. Algo totalmente inédito hasta el momento.
Una vez aprobada tal recomendación, la pesada maquinaria de las Naciones Unidas se puso en marcha.
El lunes de la semana siguiente comenzaron las deliberaciones en sesión extraordinaria. Todos los estados miembros estaban presentes en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para intentar resolver quién sería el responsable de componer la canción, el idioma, el género y el director de grabación de esta. Nadie quería quedar ajeno a tan importantes decisiones.
El embajador de Austria tomó la palabra:
— Creo que esta es una excelente oportunidad para difundir la música culta, para que llegue a la población en general, a países pobres y analfabetos, en un intento de igualar las diferentes clases sociales. Es bien sabido que Viena es la cuna de la música clásica. Es la ciudad de grandes compositores como Joseph Haydn, Ludwig van Beethoven y Wolfgang Amadeus Mozart entre otros.
—Con todo respeto. – interrumpió el embajador de Brasil. — Yo nunca he escuchado ni visto ningún videoclip de esos cantantes en la MTV. En nuestra opinión, tiene que ser una música popular, alegre, algo que entienda y sienta toda la población. Algo como la samba.
— ¿Qué tal un musical al mejor estilo Bollywood? – replicó el embajador de la India. — ¿Quién se puede resistir a algo así?
— Hoy lo que esta de moda es el reguetón, y pocos países tienen tanta experiencia en esto como nosotros.«Despacito», interpretada por Luis Fonsi en colaboración con Daddy Yankee, logro ubicarse en la posición número 1 en más de 80 países y ser la canción con más reproducciones en YouTube en aquel entonces. Además, de contar con varias versiones en diferentes géneros e idiomas. ¡Eso es lo que necesitamos! – recalcó el embajador de Puerto Rico.
— ¡Chévere chico! Del video podrían participar algunas chicas venezolanas. Las mujeres venezolanas son unas de las mas lindas del mundo. No en vano tenemos siete coronas de Miss International, seis Miss Mundo, dos Miss Tierra y siete Miss Universo. — exclamó el embajador de Venezuela y miembro del Consejo de Derechos Humanos. El Consejo de Derechos Humanos («el Consejo» o CDH), se reúne en la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, y en el participan países que contribuyen a la promoción y protección de los derechos humanos como Nicaragua, Cuba, Rusia, China, Libia, Eritrea, Republica Democrática del Congo, entre otros. Los dos principales Altos Comisionados de las NN.UU, el de Refugiados y el de DD.HH, también tienen su sede en esta ciudad. Además de Nueva York y Ginebra, las NN.UU. tienen otras dos sedes en Viena (Austria) y Nairobi (Kenia).
— Si aparecen mujeres deberían hacerlo con el permiso de su tutor e ir vestidas con una abaya - una túnica larga negra hasta los tobillos - y llevar velo. – sentenció el embajador saudí, miembro de la comisión de los Derechos de las Mujeres.
De forma paralela a la sesión, la actividad diplomática era frenética entre bastidores. Contar con el apoyo de los miembros Consejo de Seguridad era fundamental. En el Consejo hay quince miembros, diez que cambian cada dos años y que bregan para ser elegidos y cinco permanentes, que, además, cuentan con poder de veto. Una prebenda por haber ganado una guerra hace tres cuartos de siglo. Si una resolución choca con sus intereses o los de sus aliados, se plantan y la resolución aborta. El veto es absoluto. Un solo país puede frustrar los deseos de los otros 193.
Como en pocas ocasiones previas, Estados Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido, parecían estar entusiasmados con la iniciativa.
Mientras Estados Unidos desplegaba todo su poder diplomático para conseguir que la canción fuera en inglés, Rusia hacía lo propio para que el compositor y/o director fuese alguien proveniente de algún país de su ámbito de influencia. Haciendo hincapié en la gran experiencia adquirida por el extinto comunismo en borrar toda diferencia.
Los chinos se abstuvieron de participar en este juego de influencias, tal vez porque podían, sin ningún reparo, doblar la canción y modificar su letra si era necesario.
— Estamos esperanzados en arribar pronto a un consenso. — señaló el representante español, conocedor de la expectativa creada al ser consultado sobre el desarrollo de las deliberaciones cuando salía del baño.
¡Y no estaba equivocado! Finalmente, tras arduas negociaciones, se llegó a una fórmula de consenso, por lo que al final de la tarde de ese mismo lunes fue aprobada por unanimidad una resolución por la que se establecía que el artista responsable de componer la canción sería el estadounidense de origen cubano Papi Rey; el idioma sería el inglés; el género, pop; y el director artístico responsable de la grabación, el ruso Dimitri Antonov.
Armando «Chicho» Pérez, más conocido como Papi Rey, o Chichito, por su madre, se entero de la noticia mientras estaba internado en la clínica de desintoxicación Betty Ford en California. Aunque acusado reiteradamente de sexista fue autor de numerosos éxitos musicales y uno de los compositores preferidos por artistas como Shakira, Jennifer López, Usher o Chris Brown, entre otros.
El maestro Dimitri Antonov por su lado, era desde hace años, un reconocido director y realizador de vídeos musicales, grabaciones en directo y DVD de numerosos artistas internacionales y organizador de diversos festivales de música, como el Festival Bielorruso de la Canción, donde cada año y para sorpresa del publico ganaAleksandr Lukashenko.
Si bien en un momento se pensó en que los diferentes representantes y funcionarios de la institución interpretaran la canción, pronto se desechó esta idea, por considerar que podría llegar a ser contraproducente. En su lugar se solicitó a los diferentes estados miembros que convocaran a sus artistas más representativos para que colaborasen gratuitamente en el proyecto. En la invitación enviada a cada uno de ellos se les recalcaba que «dejasen las diferencias de lado».
En unos días la canción estaba listo, se llamaría We are all the same, las bases instrumentales grabadas y la mayor constelación de artistas del rock, pop, cumbia, hip-hop, fado y demás géneros musicales convocados.
Un estudio de grabación ad hoc fue montado en el salón de reuniones plenarias de las delegaciones de todos los Estados miembros en el edificio de la Asamblea General, el salón más grande del complejo, que mide 50 metros de largo por 35 metros de ancho y cuenta con 1.800 asientos. Cada país dispone de un escritorio con 3 asientos, tras de los cuales hay otros 3 asientos adicionales.
A medida que llegaban los artistas se ubicaban en una tarima ubicada en la cabecera, por delante del emblema de las Naciones Unidas con el fondo dorado, siempre bajo la supervisión del propio Papi Rey y del maestro Dimitri Antonov.
Contrario a lo que era de suponer, algunos llegaban caminando, otros en metro, incluso había quienes lo hacían en bicicleta. El público enardecía al descubrir a cada uno de ellos.
Aunque los artistas intentaban dejar las diferencias de lado, sus divergencias no dejaban de aflorar.
— ¿Le molestaría quitarse el velo? —preguntó el Maestro Antonov a la representante de Irán.
—Si quiero volver a casa no me lo puedo quitar. — respondió la representante de Irán.
— ¡Tomen como ejemplo aquellos dos que son iguales!– dijo el Maestro Antonov mientras señalaba a los representantes de las dos Coreas.
— ¡No somos iguales! El es del norte y comunista, y yo del sur y capitalista. – aclaro ofendido el representante de Corea del Sur.
— Lo siento, no los quise ofender.— respondió el Maestro Antonov.
— Excusez-moi, pero yo soy francés y considero que debería estar al menos al mismo nivel que el representante alemán. – dijo el representante de Francia.
- Uno, dos, tres, cuatro…
White, yellow or black; we are all the same,
Small, medium or large; we are all the same,
Short, medium or tall; we are all the same,
Thin, normal or fat, we are all the same.
We are all the same; we are only one! We are all part of the same thing!
— ¡Corten! ¿Qué pasa allá arriba con esos dos que se están empujando? – preguntó el Maestro Antonov.
— Él ocupó mi lugar. – dijo el representante de Palestina.
— ¡Mentira! Yo estaba aquí antes que él. – replicó el representante de Israel. A petición de los países árabes la Asamblea aprobó una nueva resolución contra la violencia injustificada por parte de Israel hacia la población civil palestina. Una enmienda promovida por Estados Unidos, la cual condenaba la violencia en términos genéricos sin especificar ningún responsable, a pesar de recibir más votos a favor que en contra, no prospero porque no obtuvo la mayoría de dos tercios necesarios en estos casos para que pudiera salir adelante. La situación, inesperada, genero un momento de tensión, pues la delegación estadounidense defendía que la mayoría simple era suficiente. Siguiendo el reglamento de la institución, el dilema fue dirimido en otra apretada votación en la cual la postura americana fue derrotada. Decenas de países que apoyaron la resolución árabe estaban también a favor de la propuesta de Estados Unidos.
Para fortuna de Israel a diferencia de las resoluciones del Consejo de Seguridad, las de la Asamblea General no son vinculantes y tienen mucho menos peso.
Sin embargo, no todo fueron alegrías para el representante palestino. El Secretario General dijo entender su ansiedad por participar, pero le recordó que, como estado observador, al igual que el Vaticano, no podía participar del video y que su lugar en el reciento era justo detrás de los Estados miembros y delante de los observadores no estatales como organizaciones internacionales y otras entidades. No obstante le sugirió que si quería participar de alguna forma lo podía hacer en algunos de los organismos o agencias especializadas que alberga Naciones Unidas, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el fondo de la ONU para la infancia (UNICEF) o la Organización Mundial del Comercio (OMC), siempre que sus estatutos así se lo permitan ya que no es un Estado.
A diferencia de los Estados miembros la concesión de la condición de observador se hace solo por la Asamblea General, y no está sujeta a un posible veto del Consejo de Seguridad.
Mientras escuchaba esto el representante del Vaticano que se encontraba a su lado se persignaba.
— ¿Podemos continuar con nuestro trabajo?– pregunto finalmente el Maestro Antonov.
— Sí, claro.– afirmó el Secretario General.
—Uno, dos, tres, cuatro…
Christian, Jewish or Muslim; we are all the same,
Smart, normal or gross; we are all the same,
Man, women or trans; we are all the same,
Old, young or children; we are all the same.
We are all the same, we are only one! We are all part of the same thing!
Right, center or left; we are all the same,
Front, middle or back; we are all the same,
Tea, coffee or milk. Cold, hot or mild; we are all the same,
Pink, pank or punk; we are all the same,
We are all the same, we are only one! We are all part of the same thing!
Let’s go through this life together!
— ¿Qué quiere usted? —preguntó elMaestro Antonov.
— ¿A quien se refiere? —preguntó el representante de Japón ya que para él eran todos iguales.
— Usted, el del fondo —aclaró elMaestro Antonov.
— ¿Le molesta si hacemos una pausa para descansar y comer algo? —preguntó el representante de Panamá.
— Yo necesito ir al baño. —expresórepresentante de Senegal.
— Sí, claro ¡Descansen 30 minutos!— aseveró el Maestro Antonov.
Tras escuchar estas palabras, los exhaustos artistas se abalanzaron a la mesa donde había bebida y algunos canapés. Donde se entremezclaron con los fervientes y abnegados diplomáticos.
—¿Me firma un autógrafo? —preguntó la embajadora de Dinamarca al representante artístico de su país mientras engullía un canapé.
—¿Acaso los musulmanes pueden tomar alcohol? —preguntó el representante artístico de Uruguay carente de todo sentido diplomático.
—No me diga que esta bebida tiene alcohol —exclamó entre risas el embajador de Bahreim.
—¡Os recomiendo este con salmón! —pronunció el representante artístico de Noruega y ganador de un Eurovisión
—¿Hay alguno para celiacos? —preguntó un miembro del cuerpo diplomático de Portugal.
Transcurridos los 30 minutos, todos retomaron el trabajo.
La grabación puso en evidencia algo que estaba presente, pero que no era evidente: ¡no todos somos iguales! Lo importante es aceptar estas diferencias y ser tolerantes. Por este motivo, Papi Rey y el maestro Antonov acordaron cambiar el estribillo de la canción por Although we are not the same, we still love the same (Aunque no somos iguales, nos queremos igual) y la grabación continúo adelante.